El pasado miércoles Rusia realizó ensayos de respuesta a un ataque nuclear en un ejercicio que incluyó submarinos nucleares, bombarderos estratégicos y misiles balísticos en presencia de Vladimir Putin.
Putin supervisó el ejercicio anual denominado “Grom” (Trueno) en el que se usan lanzamientos prueba con el objetivo de evaluar las fuerzas atómicas del país, además que sirven como demostración de poder militar. Serguei Shoigu, ministro de Defensa, informó que la intención de los ensayos fue simular un “ataque nuclear masivo” como respuesta ante un ataque a Rusia.
Fue el día de ayer cuando, en declaraciones a la televisión nacional rusa, Vladimir Putin acusó a Ucrania de planear “usar una llamada ‘bomba sucia’ como provocación” y afirmó que Kiev es utilizado por Estados Unidos como un “ariete” en contra de Rusia y sus aliados.
Ya funcionarios de Occidente han expresado su preocupación ante la tentación rusa de usar un arma nuclear “táctica” para tratar de obligar a Ucrania a retroceder su avance en Jersón, actualmente ocupada por Rusia, por representar una derrota para Moscú.
