El retraso de la llegada de los nuevos camiones afectará a los usuarios y a la reestructuración del sistema estatal de transporte de Nuevo León, que pretendía reordenar las rutas y mejorar el servicio.
Si bien la reorganización fue prometida para noviembre, tendrá que aplazarse porque faltan camiones, estaciones de gas para las nuevas unidades y operadores, por lo que la reconfiguración de las rutas tendrá que posponerse.
Los plazos de entrega originales establecían mil nuevos camiones disponibles para finales de noviembre, 800 adquiridos en diciembre del 2021 a la empresa TICSA, y 200 de los 400 contratados en julio con la empresa LDR Solutions. No obstante, hasta ahora sólo 100 unidades han llegado a la entidad.
