Un mismo lugar que ofrece dos diferentes paisajes: por el día miles de ciudadanos recorren las calles del centro para hacer sus mandados, comprar algo o salir a pasear; en la noche, las mismas zonas se ven repletas de personas sin hogar buscando un rincón para dormir.
Y es que el número de personas en situación de calle viviendo en Monterrey ha aumentado exponencialmente tras la pandemia y la llegada de migrantes y deportados. El problema se concentra en el primer cuadro de la ciudad, pero poco a poco se ha expandido a todos los municipios del área metropolitana, y aún así las autoridades locales parecen ignorar esta problemática.
La mayoría de los indigentes se encuentran en esta situación debido a dificultades económicas y problemas de salud, tanto físicos como mentales, pero también entre ellos se encuentran indocumentados y deportados desde los Estados Unidos que no pudieron regresar a sus estados de origen.
Si bien logran subsistir de la caridad o recolectando basura, la falta de servicios médicos y la temporada de frío son las principales dificultades a las que se enfrentan. Eso sin contar las miradas y actitudes de desprecio que dicen recibir de algunos ciudadanos. Los creen menos, aseguran.
Es por ello que activistas y organizaciones civiles han solicitado a las autoridades municipales y estatales implementar más acciones para “acomodar” a las personas en situación de calle en albergues o espacios alternativos.
Ya en 2019 el organismo Salud Mental para Indigentes y el comedor Hogar de las Bienaventuranzas habían estimado que tan sólo en el centro de Monterrey existían 800 indigentes y hasta 10,000 en toda el área metropolitana, por lo que actualmente la cifra llegaría a más.
El último reporte sobre la pobreza en Nuevo León dio a conocer que el indicador de pobreza pasó de 19.4 en 2018 a 24.3 en el 2020, mientras que la pobreza extrema pasó de 0.7 a 2.1, es decir, tres veces más.
La calle: aventura y peligro
Para las personas en situación de calle vivir en el espacio público es apostar la vida y lidiar con situaciones de riesgo todos los días. La más reciente fue la de un hombre que habría causado la muerte de varios indigentes y que fue capturado por la Fiscalía General de Justicia.
El pasado mes de julio, Israel “N”, de 26 años, fue detenido tras ser acusado de matar a un hombre al dejarle caer una piedra en la cabeza en repetidas ocasiones. Tras recibir una orden de aprehensión por el delito de homicidio calificado, fue llevado al Centro de Reinserción Social del Estado (Cereso) de Apodaca.
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