En medio de la alerta por la depresión tropical Tres, también se encuentra en el radar el huracán Beryl, actualmente categorizado como huracán de categoría cuatro en la escala de Saffir-Simpson. Este huracán se localiza a 240 kilómetros al sureste de Barbados y a 3,240 kilómetros al este-sureste de Cancún, Quintana Roo.
Beryl presenta vientos máximos de 250 kilómetros por hora y se desplaza hacia el oeste a una velocidad de 31 kilómetros por hora. Aunque por el momento no representa una amenaza directa para el territorio mexicano, las autoridades monitorean de cerca su trayectoria y evolución, debido a su potencial destructivo y a las lecciones aprendidas de fenómenos meteorológicos anteriores.
Impacto en la Vida Cotidiana y Económica
El impacto de estos fenómenos meteorológicos como Beryl no solo afecta la seguridad de los habitantes, sino también tiene repercusiones en la economía local. Las actividades agrícolas y pesqueras, fundamentales en muchas de las regiones afectadas, pueden sufrir daños significativos, lo que a su vez repercute en el abastecimiento de alimentos y en los ingresos de las familias que dependen de estas actividades.
Las empresas y comercios locales también deben prepararse para posibles interrupciones en sus operaciones. La pérdida de energía eléctrica, los daños en infraestructura y las dificultades en el transporte pueden causar retrasos y pérdidas económicas. Es crucial que los sectores empresariales y gubernamentales trabajen en conjunto para minimizar el impacto negativo y asegurar una pronta recuperación tras el paso de la tormenta.