Con un presupuesto de mil millones de dólares para la “reconstrucción” del metro, el gobierno sale a anunciar que el responsable detrás de todo es Riobóo y deberá aportar el dinero.
Desde el año pasado que la administración del estado decidió realizar un trabajo de evaluación en las estaciones de Metrorrey, topándose con un escenario de peligro que llevó a las autoridades a cerrar “temporalmente” un tramo de la Línea 2 en lo que se fortalecía su estructura; sin embargo, los daños en la estructura están dañadas
Pocos días después, la misma administración del estado anunció que en lugar de “construir” o “fortalecer”, la Línea 2 requiere de una reconstrucción completa, la cual costaría mil millones de pesos, ¿de qué forma se solventará este gasto si no es por medio de los contribuyentes?
De acuerdo a lo dicho por el gobernador Samuel García, el gasto de la reconstrucción no recaería sobre los implicados en la pésima, sino en los culpables de la pésima ejecución.
El acusado principal es José María Rioboó, el contratista favorito del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuya firma Riobóo S. A. se encargó de diseñar la parte elevada del metro luego de obtener una licitación en el 2004, durante el mandato de Natividad González Parás, ¿será que al gobierno de Nuevo León “le salió el tiro por la culata” al confiar en el presidente y sus favoritos?
Asimismo, la controversia de la Ministra de la Suprema Corte, Yasmín Esquivel, está causando más problemas en la vida de Riobóo, pues su esposa fue acusada de plagiar su tesis doctoral por la UNAM.
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